*Un sueño de colores difusos* (Roger M. Louis)

Me encontraba nuevamente en uno de los corredores de la torre oscura, llevaba uno de mis libros y al pequeño cheshire a dar una vuelta, este normalmente se desvanecia como era su costumbre. Había quedado de verme ahí con un alumno de Slytherin, el me agradaba desde que entre a Hogwarts, era un año mayor que yo pero esto jamás se había convertido en un impedimento para mi. Me agradaba su inquietante intelecto y su determinación para alcanzar un objetivo, pero de especial manera me sentía extrañamente conectada a el, como si tuvieramos algo en común.
Me sente junto a uno de los enormes ventanales y me dispuse a esperarlo, dejando a un lado la estorbosa capa de Hogwarts y abriendo mi libro en la página que recordaba haber leído anteriormente. Cheshire daba vueltas a mi alrededor y se restregaba en mis piernas, la luz del sol entraba débilmente y el ambiente era calmado, perfecto para mi estado de ánimo.
-Ven pequeño, dejame leerte un cuento- tome al pequeño gato entre mis brazos y leí solo para nosotros dos a la espera de que llegara nuestro enigmático acompañante.

A Roger lo había citado en la torre oscura una de sus amigas Ravenclaw: Alice Kamelot. El primer recuerdo de esa torre que el chico tenía, era el haberse visto atrapado y atado por Charlotte, así que apenas escuchó el sitio del encuentro, puso una cara de desagrado, sin embargo, aceptó tranquilamente ya que no veía a Alice capaz de llegar a esos extremos.

Se colocó una camiseta negra con el escudo de Slytherin, un pantalón negro y zapatillas del mismo color, eran apróximadamente las 4 de la tarde y por lo que se respiraba en las afueras, era un dia bastante fresco.

Roger siempre encontró distinta a Alice por alguna razón, en la casa de la familia en Londres, siempre había fotos de su padre con una chica que era exactamente igual a la Ravenclaw, sin embargo, Michael se negaba a hablar de eso.

Con ayuda de las escaleras, Roger llegó al 5to piso, a diferencia de su primer arribo al area, esta vez no necesitaba descifrar quien estaba en la torre, la cual se encontraba levemente iluminada.

¿Hola? Aqui estoy...tal como acordamos...

Escuche su suave voz provenir de la entrada de la torre, mis ojos que acostumbraban a tener un sentimiento de frialdad se llegaron a endulzar un poco, lo observe fijamente mientras caminaba hacía mi; su pulcra vestimenta negra me recordaba a un ángel oscuro y resaltaba sus claros ojos azules. Le sonreí invitándolo a acercarse
-Has tardado un poco, Cheshire y yo nos preguntábamos si aparecerías- el pequeño gato negro salto de mi regazo, acercándose lentamente al Slytherin.- Por cierto, la forma en la que vienes vestido…me agrada, hace que el color de tus ojos resalte- mis hombros se levantan levemente restándole importancia al asunto.
-Gustas sentarte, me encontraba leyendo pero al parecer ha aparecido algo más interesante que este libro, así que me intriga saber que es lo que sucederá ahora-. Le sonrío nuevamente, dejándole un espacio en el ventanal para que también el pueda tomar asiento.

Roger sonrió y asintió con la cabeza ante la invitación a sentarse, siempre era bueno recibir un cumplido y él lo había hecho por partida doble, así que. ¿Cómo resistirse a lo que ella pedía?

No creerás que iba a venir con lo primero que viera...¿o si? quería arreglarme a conciencia para tí, sé cuanto te gusta el negro y pensé en usarlo...por lo que veo, ha valido la pena...

Dijo él, sin duda halagado por el comentario de su amiga, se sentó a su lado, observando el sol que iluminaba tenuemente la torre, y luego le dirigió la mirada a ella.

¿Interesante? ¿Así soy?

Le preguntó, incrustando sus ojos azules en ella, con un tono serio, buscando examinarla, una pequeña y casi imperceptible sonrisa se dibujó en el rostro de Roger.

A mi me intriga saber por qué la cita en un lugar tan...solitario...tu sabes que pasará lo que quieras que pase...no puedo negarte nada...

Ella sonrio al ver que el le sonreia y se sentaba a su lado, asi que se puso de frente a el para poder observarlo mejor.

No creerás que iba a venir con lo primero que viera...¿o si? quería arreglarme a conciencia para tí, sé cuanto te gusta el negro y pensé en usarlo...por lo que veo, ha valido la pena...

Al escuchar las palabras de su amigo rio, halagada por su cumplido.

Al parecer haz acertado, ha valido la pena y te vez muy bien en el y pues la verdad, del color o la forma en la que te vistas no me importa demaciado, ya que ello no cambiara tu persona

La luz los iluminaba a ambos y ella noto como sus ojos se posaban en los suyos, calculadores y fios, esa mirada suya que tanto le atraía

¿Interesante? ¿Así soy?

Ella lo miro a los ojos y se encontro una extraña similitud en ellos, como si alguna vez los contemplara en otro rostro, un extraño sentimiento de dejavu se apodero de ella y giro levemente la cabeza

Si, eso me pareces....interesante...aunque no creo que sea algo demaciado raro, presiento que eso piensan una gran cantidad de personas que han logrado conocerte

Mis ojos buscaron los suyos sonriendo enigmaticamente, divertida por esa hermosa expresion de seriedad en su rostro y por la leve sonrisa que se dibujo en el, era agradable su presencia, tenía que admitirlo y, aun así, no sabia como explicar la extraña atraccion que emanaba de el.

A mi me intriga saber por qué la cita en un lugar tan...solitario...tu sabes que pasará lo que quieras que pase...no puedo negarte nada...

Sus palabras me tomaron con la guardia baja, mis ojos se abrieron levemente por la sorpresa y un tenue color rojizo coloreo mis mejillas, odiaba esa sensación...hacía que el control de mi mente se tambaleara...aunque debía admitir que ello era algo nuevo para mi, asi que me mostre aún mas interesada, mis ojos volvieron a tener esa tonalidad azul del hielo y le respondi con una media sonrisa

Sabes que me gustan los lugares solitarios... al igual que a ti, me parece- le sonrei un poco mas abiertamente- además me gusta la quietud de este lugar, nadie molestara si no es necesario- mi cuerpo se acerco aun más al de el, siendo atraída por ese extraño magnetismo que emanaba- pero nada pasara si no es lo que deseamos...

¿Una gran cantidad de personas, Alice...? si...puede ser...pero sabes que lo que me digas tú tiene un calado especial...digamos que se queda grabado...lo que me diga "una gran cantidad de personas" puede irse directo al demonio...no te lo había dicho nunca porque no tenía oportunidad...pero es así...no tienes idea de lo mucho que me importa lo que pienses de mi...

Susurró él, con una sonrisa un poco más abierta cuando ella comenzó a "examinarlo" con esos hermosos ojos, se mordió el labio suavemente y aunque podía verse vulnerable, no quería dejar de verla por ningún motivo, mantuvo esa expresión mientras notaba como ella se acercaba a él, de nuevo su rostro se volvio serio, necesitaba saber el motivo de ese acercamiento tan repentino, aunque seguramente, si ella no lo hacía, él tomaría la iniciativa.

Le puso una mano encima de la suya y suspiró, "nada pasará si no es lo que deseamos" dijo ella, con un toque de misterio, Roger mantuvo su expresión de estudio y fue subiendo sutilmente esa mano que estaba sobre la de Alice y la posó en su cabello.

¿Tú que quieres que pase...? porque yo me muero por hacer esto...

Susurró él y bajó lentamente la mano hasta llegar a su barbilla, haciendo nula la distancia entre ambos, para luego robarle un beso, lento, corto, pero con significado.

¿Una gran cantidad de personas, Alice...? si...puede ser...pero sabes que lo que me digas tú tiene un calado especial...digamos que se queda grabado...lo que me diga "una gran cantidad de personas" puede irse directo al demonio...no te lo había dicho nunca porque no tenía oportunidad...pero es así...no tienes idea de lo mucho que me importa lo que pienses de mi...

Sus palabras me tomaron por sorpresa, subiendo la intensidad del color de mis mejillas y resquebrajando un poco más mi autocontrol, de alguna manera odiaba ese sentimiento y a la vez era uno de sus mas grandes atractivos y, tal vez, una de las razones por las cuales me sentía tan atraída a él.
Su sonrisa era un delirio que estaba dispuesta a soportar, tan intrigante y misteriosa, mordiendose el labio ligeramente se acerco más a mi, haciendo que la electricidad que dominaba mi cuerpo diera un repentino ascenso dejandome momentaneamente perpleja, el se acercaba lentamente y yo no podía apartar mis ojos de su perfecto rostro.

Tus palabras me cautivan, debo admitirlo....es un honor para mi el que invirtieras tanto tiempo en tu apariencia y es bueno saber que ese tiempo fue bien utilizado

Sin darme cuenta de lo que pasaba su mano se poso en la mia, calentando extrañamente aquel lugar en el que su piel toco la mía, un extraño suspiro salio de sus labios y su mano subio lenta y suavemente, calentando mi de por si fria piel, toco mi cabello y una extraña atracción magnetica se apodero de mi cuerpo...mi autocontrol se resquebrajaba a cada roce de su piel con la mía y dudaba poder controlarlo durante más tiempo.

¿Tú que quieres que pase...? porque yo me muero por hacer esto...

Roger yo...

Sin darme tiempo para dar una respuesta concreta sus labios se posaron sobre los mios, resquebrajando la máscara de tranquilidad eh indiferencia que habia logrado conservar durante tanto tiempo, fue un beso corto, lento pero que logro transmitirme sus sentimientos, invalidando asi mi falta de respuesta.

No pude evitarlo, mis brazos se alzaron, rodeando su cuello y mis dedos se entrelazaron en su suave cabello, acariciandolo debil mente; mientras que mis labios tomaron forma en los suyos, regresandole de igual manera un beso lento, y un poco mas largo pero con intención de transmitirle aquello que me hacia sentir.

Roger siguió besandola de manera lenta, aumentando la intensidad poco a poco, sintió como ella acariciaba su cuello, jugó cuidadosamente con su lengua un momento y luego separó suavemente, terminando el beso con delicadeza para luego bajar poco a poco su mirada, se mordió el labio y una sonrisa picara se dibujó en su rostro, ese beso le había encantado sobremanera.

Alice...¿tú...?

Dijo mirandola con una sonrisa, acariciandole su blanco rostro mientras ponía los pies en el suelo y la ayudaba a levantarse, se pegó a ella y sin quitarle los ojos de encima, le acarició suavemente todo el cuerpo, quería sentirla, olerla, quería percibir toda su esencia.

¿Desde cuando te gusto...? Porque si te gusto...¿no?

Preguntó él con mucha curiosidad y algo de inocencia mientras reía suavemente.

Debes pensar que soy un tonto...siempre te consideré mi amiga pero no podía evitarlo...me gustas mucho...

El beso no termino tan rápdo como había creído, el me siguio besando lentamente, cautivadora y sensual; aumentando su intensidad y jugando delicadamente con su lengua, podía sentir la adrenalina correr por mis venas y deliberadamente mordi suavemente su labio inferior. Termino el beso con delicadeza, recordandome el trato que se le da a una fragil muñeca, mientras una sonrisa pícara se dibujaba en su rostro, de alguna manera eso altero mi ya de por si rápido pulso

Alice...¿tú...?

Me acariciaba la mejilla y todo mi cuerpo se inundaba de un extraño calor que no había sentido antes, me ayudo a levantarme y se pego a mí, pude sentir su cuerpo, la fortaleza de sus musculos, la dulce fragilidad de su aliento, la suave calidez de su cuerpo que se pegaba a mi, sin poder evitarlo baje mi rostro hacia su cuello, absorviendo un poco de su delicioso aroma

Si...?

Respondi a su pregunta, haciendo que mi aliento chocara contra su piel, devolviendome su hermoso aroma

¿Desde cuando te gusto...? Porque si te gusto...¿no?

Sus palabras arrancaron una sonrisa de mi boca y su suave risa provoco mariposas en mi estomago, si habia algo que me gustara era esa risa....

Debes pensar que soy un tonto...siempre te consideré mi amiga pero no podía evitarlo...me gustas mucho...

No pude evitarlo, rei ante sus palabras y sin casi sin querer me acerque más a su rostro, mordiendo suavemente su oreja izquierda mientras le susurraba al oído

Desde que te conocí, desde que supe que de alguna manera teníamos algo en común y desde que me perdi en tus ojos.... si, me gustas Roger...y de una manera un poco desconcertante para mi - jugando un poco con mi lengua delinee el contorno de su oreja, esperando que ello no le molestara - y claro que no eres un tonto...en todo caso ambos seriamos unos tontos- mi cuerpo se pego mas al de el, esperando con ansia recibir mas de aquel calor que parecia emanar de su suave piel.

Roger no pudo hacer más que suspirar suavemente al escuchar aquello, la atracción de Alice hacia él databa de bastante tiempo atrás, algo que sin duda desconcertó al joven Slytherin ya que ella había callado todo, lo habia mantenido como el más profundo de los secretos, sin embargo, ahí estaba, y si estaba pasando así, él cerró los ojos y se mordió el labio dejandose llevar por la lengua de la Ravenclaw, una lengua que perfectamente sabía lo que buscaba, suspiró nuevamente, placentero, deseoso de más.

¿Por...por qué lo ocultaste...?

Susurró él, agitandose de a poco, sintiendo el calor de ella cada vez más cerca de su cuerpo, deseoso de ella cada vez más, por eso, al sentir su cuerpo, dispersó cualquier distancia entre los dos tomando la parte de atrás de sus piernas y pegandola completamente a él, acariciando hacia arriba y hacia abajo con intensidad, se mordió el labio, nuevamente, no podía disimular su deseo, el cual crecia a medida que las caricias se hacian más profundas y deliberadas.

¿Por qué me torturaste todo este tiempo...?

Preguntó, antes de besarla con locura, pasión y necesidad imperiosas, se había pegado a la pared para quedar conscientemente a merced de Alice, subiendo su blusa mientras una de sus manos buscaba ferozmente el final de esta para retirarla enseguida.

¿Por...por qué lo ocultaste...?


Las palabras del Slytherin me desconcertaron, el porque lo habia ocultado quedaba terminantemente claro desde un principio...tal vez por miedo a sentir lo que en ese momento me inundaba...tal vez solo por indiferencia a una cosa tan nueva para mi como lo era la atraccion que sentía por Roger.

Porque...me parecía algo incomodo el revelarte mis sentimientos...sin saber exactamente cuales eran los tuyos...

Mi mirada se separo un poco de la de el...hasta que ambos no pudimos resistir por mucho más tiempo y la distancia que nos separaba quedo completamente anulada. Tomo la parte trasera de mis piernas y sus caricias subieron de intensidad, lo tome del cuello de la playera y tire de el, pegandonos a la pared y subiendo mis pienas, enredandolas en su cadera, haciendo que la sensación de vértigo y el deseo crecieran a nivel exponencial

¿Por qué me torturaste todo este tiempo...?

Porque, mi querido Roger, la tortura es una manera efectiva de lograr lo que se propone y de aumentar la curiosidad y el deseo... y porque no estaba segura de lo que tu sentías por mi...no queria pasar por algo tan innecesario como el rechazo, era un dolor que preferia omitir...

Antes de que pudiera terminar de responderle me beso apasionadamente, resultando el que yo lo besara de la misma forma, necesitando a cada minuto estar mas cerca de el, mi lengua jugaba en su boca, besandole la barbilla y el cuello, pasando por sus orejas y regresando a sus dulces labios. Sus manos subieron por mi espalda, buscando lo que yo había deseado desde el momento en que me tocara, mi mano izquierda guio a su mano hasta el final de mi blusa, mientras que la diestra se abria paso entre su playera negra y su caliente pecho, buscando llegar al mismo resultado que el esperaba

Roger siguió besandola con una locura tremenda, la necesitaba, la deseaba desesperadamente, las caricias de Alice y lo que ella le decía no hacian más que aumentar las ganas de poseerla, él también jugó con su lengua de manera feroz, sintiendo como las manos de la Ravenclaw se apoderaban de su pecho.

El retiró la blusa con rapidez, revelando un maravilloso sujetador de color negro, el cual tenía el efecto de encenderlo aun más si cabía la posibilidad. Con la otra mano le acarició la pierna que estaba alrededor de su cintura, solo para terminar el beso con una mordedura sutil pero intensa en el labio inferior de Alice, suspiró y negó con la cabeza, mientras sonreía agitadamente.

¿Así que la tortura es una manera efectiva...? vaya...me agrada escuchar eso de tí...porque...creeme, te haré sufrir.

Dijo él de forma picara, mordiendose el labio y lamiendole el cuello con intensidad, pero de forma suave, mientras sus manos apretaban los pechos de la chica de forma inclemente, esto seguramente la haría gritar de placer, algo que a Roger le fascinaba sobremanera, le subía el ego de manera exponencial.

Bajó por todo su cuerpo utilizando la lengua, incluso subiendo un poco la falda que Alice usaba, y volvió a subir de la misma manera para quedar cara a cara con ella, la tomó de las muñecas y una sonrisa malevola se dibujó en sus ojos.

La tomó de la mano y utilizando un accio invocó una silla, además de una cuerda, se apartó de ella con suavidad, esbozando una sonrisa, pero sin soltarla, y la hizo sentarse ahí, para finalmente atarle las muñecas.

¿Quieres tortura...? Vas a tener tortura...porque...podrás ver...pero no tocar...¿Qué te parece...?

Sus manos se apoderaron de mi blusa, mientras su lengua jugueteaba con la mía, haciendo que mi deseo por el aumentara a niveles inconcebibles. Mi blusa fue arrancada revelando mi sujetador negro, pude notar que a el le gustaba aquello y una sonrisa de complasencia ilumino mi rostro, me gustaba saber que el me deseaba y ese sentimiento no hacía más que elevar el mío.
Termino el beso con una sutil mordida en mi labio que envio electricidad por todo mi cuerpo, el reia y yo estaba feliz, deseando que la distancia que separaba nuestros cuerpos se redujera al mínimo.

¿Así que la tortura es una manera efectiva...? vaya...me agrada escuchar eso de tí...porque...creeme, te haré sufrir.

Sus palabras aceleraron mi pulso, con la intriga de saber como sería su tortura, eso me agradaba y hacia que acariciara con mas intensidad su suave piel por debajo de la playera...

Enserio...vaz a torturarme?

Una sonrisa pícara aparecio en mi rostro mientras su lengua se pasaba delicadamente por mi cuello, y sus manos apretaban inclementes mis pechos, haciendome estallar y gritar de placer, algo antes inconcebible para mi. Su boca acaricio todo mi cuerpo, levantando inconcientemente mi falda, provocando el deseo de que esta también fuera arrebatada.
Sus ojos volvieron a los mios y una mirada malevola que me quitaba el aliento aparecio en su antes sereno rostro.
Tomandome de la mano y conjurando un encantamiento Accio, trajo una silla y una cuerda, sentandome en ella y atandome las manos; este acto me sorprendio y elevo mi placer, provocando una dulce sonrisa seductora en mis labios.

¿Quieres tortura...? Vas a tener tortura...porque...podrás ver...pero no tocar...¿Qué te parece...?

Sus palabras provocaron una sonrisa mas abierta y, usando mi boca le levante un poco la playera, lamiendo suavemente su escultural abdomen

A ver...caballero, empezemos con la tortura

La sonrisa seductora no logro desaparecer de mi rostro mientras esperaba impacientemente que el comenzara con el juego

Roger se mordió el labio con suavidad y sonrió de manera lujuriosa, la rodeó, examinandola, como si estuviera pensando exactamente qué hacerle, sin duda no era nada dificil imaginar lo que el Slytherin se planeaba, le encantaba lo que observaba, lo que estaba escuchando simplemente lo llevaba a otro mundo, ella completamente entregada a sus deseos y él con unas ganas locas de hacerla suya.

¿De verdad quieres que te torture...? Puedo ser muy malevolo...

Susurró él, en el oido de Alice, de manera provocativa y sugerente, para luego acariciarle el rostro con la yema de los dedos.

Esa sonrisa solo me incita más...veamos qué puedo hacer...

Enseguida sonó los dedos y un pequeño frasco de chocolate llegó a sus manos, se colocó un poco y luego los pasó por los labios de Alice, relamiendose mientras lo hacia, para luego quitar el manjar con simplemente su lengua.

Se alejó enseguida, consciente de que eso podría despertar algo más en Alice y negó con la cabeza sonriente, sabedor de que tenia el control. Lentamente se fue quitando la camiseta, para deleite de ella, luego se sentó sobre sus piernas con cuidado, y, tomando su nuca con suavidad, posó la mirada de la chica sobre el miembro cubierto de Roger.

¿Lo quieres...? Puede ser tuyo...pero tienes que convencerme...y mientras lo haces...voy a acabar con tu cuello...

Susurró él, besandoselo con lentitud, poco a poco...

Su sonrisa lujuriosa me exaltaba y probocaba que la temperatura de mi cuerpo subiera a niveles extremos, me rodeaba como un cazador tratando de seducir a su presa. Lo que el Slytherin pensaba me mantenía intrigada y hasta cierto punto exitada, mi cuerpo solo reclamaba una cosa y dudaba mucho tener el autocontrol suficiente para negarsela.

¿De verdad quieres que te torture...? Puedo ser muy malevolo...

Ya te lo habia dicho, querido Roger, la tortura es un buen incentivo para obtener lo que deseas y, si en cambio te preocupa lo malevolo que puedas llegar a ser, me gustan los chicos malos.

Aprovechando su cercnía, le lami delicadamente la punta de la oreja, mordiendola suavemente y bajando hasta su barbilla antes de que el se retirara; el me susurraba al oído mientras acariciaba mi mejilla, yo deseaba tener libres mis manos para poder acariciarlo pero el echo de estar atada volvia esto un poco más divertido

Esa sonrisa solo me incita más...veamos qué puedo hacer...

Sus palabras provocaron que mi sonrisa se ensanchara y mi deseo de tenerlo junto a mi fuera enloquecedor, mis ojos brillaban lujuriosos tratando de ver mas allá de la ropa que cubria su glorioso cuerpo; el saber que el haría algo con migo ahí sentada y amordazada me exaltaba y esperaba con ansía que comenzara

No puedo esperar para ver ....

El chocolate aparecio de la nada y el lo embarro en mis labios, su dulce sabor me hacía delirar...el lo quito suavemente con su lengua y cuando yo estaba a punto de responderle se separo rápidamente, negando con la cabeza; ahora no controlaba mi cuerpo, deseaba tanto que me tocara, sentir el roce de su piel contra la mía, hacerlo mío...tanto que empecé a luchar contra las ataduras que me mantenían amordazada en esa silla.
Lentamente fue quitandose la camiseta, provocando una mirada de deseo y admiracion en mis palidos ojos, me mordi el labio inconcientemente, deseando que se acercara, y asi lo hizo. Para mi deleite se sento suavemente en mis piernas, evitando lastimarme y tomo con suavidad mi nuca, posando mi mirada sobre su entrepierna. Yo deseaba desatarme de mis ataduras y posar mi mano sobre ella, acariciarlo suavemente sabiendo que eso le gustaria

¿Lo quieres...? Puede ser tuyo...pero tienes que convencerme...y mientras lo haces...voy a acabar con tu cuello...

Una risa sensual salio de mis labios mientras intentaba safarme de las cuerdas, el me besaba el cuello lentamente y mi cuerpo se movia tomando forma con el suyo.

Entonces, ven a mi, dejame hacerte mio...

Le susurre al oido, besandolo suavemente, acariciando con mi lengua desde su barbilla hasta su ombligo, desabrochando deliberadamente el boton de su pantalon con mis dientes...

Vamos, acariciame, yo se que quieres hacerlo...

Mis palabras se abrieron paso entre mis labios, mientras lo veia a los ojos y le sonreia, volviendo a sus labios para besarlo con ferocidad