Un momento para relajarse....

Caminaba tranquilamente por los jardines, era un poco tarde pero eso poco me importaba...ya que él habia prometido que me vería aqui. Dado que eramos de diferentes casas casi no podiamos estar juntos, aunque me alegraba de que fuera en el mismo año que yo porque asi pude conocerlo.
El viento comenzaba a soplar mas fuerte, y en esos instantes odie no haber traido algo mas abrigador que la túnica de Hogwarts. Camine un poco mas lejos para ver que se escondia tras los árboles, cuando escuche el ruido de unas hojas rompiendose.
- Hay alguien ahi? - camine despacio para que lo que fuera que se escondiera ahi no se alarmara y escapara, aunque los latidos de mi corazón estaban peor que acelerados.
- Hola? -

Alex estaba en uno de los arcos que componían el claustro del jardín principal. Tenía una pierna recargada y la otra colgando relajada. Esperaba a alguien. Si bien ya era algo tarde, no le importaba demasiado. No era de aquellos que paseara por los pasillos rompindo las reglas, pero si tenía que desobedecer el toque de queda para verla, lo haría así.

Alex jugaba con su varita, la malabaraba en los dedos. Entonces escuchó que alguien se acercaba. Colocó la varita sobre su oreja, deteniendole contra el cabello para asomarse quien venía. Tuvo que estirarse de más para ver quién era. Tanto así que resbaló y cayó al cesped, tras unos arbustos y sobre un montoncillo de hojas secas.

- Rayos- exclamó, sacandose las hojas de la túnica que se había puesto tan sólo sobre la ropa muggle de siempre: el chaleco, la playera con mangas 3/4 y el pantalón de mezclilla. Se reincorporó, escuchando una voz que llamaba. Giró para ver quién era, y dio un pequeño salto hacia atrás cuando vio aquella figura tan cerca ya de él.

Mis mejillas se tornaron de color rojo intenso al descubrir quien estaba ahi.... era Alex, vestido con su túnica del colegio y con hojas enredadas en su cabello; al parecer se había caido de el arco que estaba más arriba. Sonrei, aún sonrojada, y me incliné para poder quitar una de las hojas que amenazaba con tapar su ojo izquierdo. En ese mismo instante el se levantó y dió un salto hacia atrás, mientras que una exclamación salia de sus labios...tenia que admitirlo, eso me molestó un poco.
- Ahora te da por caerte de los arcos, Alex? - mi voz fue un poco más ruda de lo normal, pero que se hubiera echado para atrás ante mi presencia no era algo que me fuera agradable. Camine y lo rodeé muy despacio, con una sonrisa traviesa que no presagiaba nada bueno

Alex se vió visiblemente más relajado al ver que se trataba de Avi. Terminó de quitarse hojas del cabello.

- Oh, Avi, eres tú- dijo una vez que supo de quien se trataba la sombra- Ya sabes, la atención no es mi principal cualidad. Me distraje y perdí el equlibrio- aclaró y pasó una mano por sobre su pelo, dejanod unmechón dejado deliberadamente más largo que el resto y colocandolo detrás de su oreja.

Entonces notó que su varita faltaba. Se agachó para recogerla, justo cuando Avi le rodeaba. Se levantó apresuradamente, sonriendo un poco y ligeramente sonrojado.

- ¿Qué pasa? Aun me quedan hojas en...- no terminó la frase, pero miró por arroiba del hombro para observarse... el trasero... al final mejor tomó la túnica y la hizo hacia delante para sacudir la parte de abajo de la túnica. Miró hacia Avi, había puesto una cara extraño, algo pícara. A Alex le gustaba esa expresión, pero en ocasiones aquello era de cuidado.

Observe detenidamente como se levantaba, poniendole especial atención a las hojas que aun estaban pegadas a su cuerpo...no tendria problemas en ayudarlo a quitarselas. Le dediqué mi mejor sonrisa pícara y me acerque lentamente a él, muy parecida a un gato que acorrala algo que desea. Aún no entendía que hacía en Hufflepuf
- No hay problema Alex - me acerqué aun más a él, ya podía sentir las ligeras ondas de calor corporal que emitia, y su sonrojo hizo que me sonrojara aún más.
- Oye...no quieres que te ayude con esas hojas? - mi sonrisa picara aumento aun mas, esperando su respuesta

Sonrió de lado ante su acercamiento. Un pinchazo de nerviosismo cruzó su mente, para después cambiar por expectación. Llevó la varita de nuevo sobre la oreja derecha, en busca de un gesto que mantuviera sus manos ocupadas. Acto seguido llevó ambas manos a su espalda.

- Hojas- dijo, al fin girándose para quedar completamente frente a ella - ¿Cuáles hojas?- decía mientras se terminaba de sacudir las hojas a las que bien sabía que ella se refería. Una vez creyó pertienente, giró un poco la cadera hacia ella- .Ya no hay nada, ¿ves?- dijo, cambiando la sonrisa de lado y mirandola fijamente. Avi le había atraído desde ya hacía mucho tiempo. Quizás no en primero, quizás no en segundo, un poco en tercero talvez. Fue para cuarto que lo notó. Ella era muy linda. Aunque Alex sabía que su personalidad ocultaba mucho más de ella.

- Y...- Alex no se atrevió a terminar la frase. Sabían ya por qué estaban allí. Alex le quería ver, y tan sólo esperaba, deseaba y rogaba por que ella también lo quisiera ver y aceptara encontrarse con él. ¿La razón? No había ninguna. Tan sólo quería verla de frente, obervar sus ojos. Si acaso podía, rozar su piel con alguna tonta excusa.

- Es algo tarde, ¿no? ¿Tienes frío?- dijo él, como cambiando de tema, y para darle entender que aquella empezaría como una conversación vanal, casual. Pero esa mirada, picara y traviesa en ella, le decía otra cosa. En ese momento perdió sus ojos grises en los de ella.

En el momento en que Alex empezó a quitarse las hojas por si solo mi sonrisa se aligeró débilmente, pero mis sentimientos encontrados aumentaron como nunca. Hacia mucho tiempo que yo queria a Alex como amigo, ya que él habia sido uno de los pocos chicos que no eran de su casa y que se habían atrevido a hablarle.

Pero no fue hasta mediados de 4° año que empecé a notar una luz en sus ojos grises que no había visto antes...o que no había querido ver. Su misma presencia me llamaba pero trataria de mantener la calma...hasta donde pudiera resistirme.

- Es algo tarde, ¿no? ¿Tienes frío?- como para terminar con broche de oro su pregunta, un viento que provenía de quien sabe donde sopló en nuestra dirección, haciendo que se helaran más mis manos y que mi piel blanca mostrara mi sonrojo con mayor evidencia. Pero eso no importaba, ya que podía estar con él

- Si.. hace un poco de frío - me abrigué mejor con la capa para darle a entender mi broma, mientras continuaba con mi sonrisa pícara que sabia que le agradaba - Conoces acaso un lugar mas...cálido? - guiñe, sonriente, y me perdi por un momento en el oceano calmado de sus ojos grises, que tanta tranquilidad me daban

Los mechones de cabello más largos en la cabeza de Alex volaron al viento que entró por algún lugar del jardín. La ráfaga causo que se le arrenolinara el pelo, y su capa ondeó, colando viento frío en su interior. Sonrió ante el gesto de Avi.

¿Tanto así le había costado darse cuenta? ¿Tantos años? Pero ya para entonces lo veía claro. Alex quería una relación un poco más allá de su amistad, aunque fuera sólo un poco. Pero Alex lo creía imposible, difícil de ser. ¿Porqué? Quizás porque Avi nunca había mostrado algun otro sentimiento hacia él. Alex creía, sí, que aquella chica ocultaba muchos de sus pensamientos y de su sentir, que cargaba con una armadura mental. Y entonces se preguntaba si dentro de aquella armadura, habría alguna otra clase de sentimiento hacia Alex.

- Están las salas comunes. Pero no podemos ir a la misma. Es decir- creyó haberse escuchado mal, pero no, había dicho lo que había dicho-, bueno, no es que quiera estar contigo. NO, espera, no, claro que quiero estar contigo, pero a solas. Es decir...- Alex suspiró y prefirió detenerse antes de seguir hablando. Esos ataques de ansiedad al habalr sin pensar en lo que decía le ocurrían cada vez más seguido, y cada vez más con ella-. Mi capa está muy calientita- dijo Alex. "¿Mi capa está muy calientita? Por favor Alexander Edward Carmichael. ¿Es lo mejor que se te ocurre?", pensó el muchacho al notar la connotación que le había dado a la frase. Más aun, afirmado por su gesto: había abierto su capa con ambas manos. ¿Cómo había llegado a esa posición, invitandole a? Alex cerró su capa, como esperando que ella no hubiera notado el gesto, y colorandosele un poco más las mejillas.

Sonreí aún más cuando Alex empezó a travarse con sus propias palabras, ya que eso siempre me había parecido muy tierno de su parte. El frío volvió a incrementar, y en esos momentos deseé con todo mi corazón estar en otro lugar con él, pero únicamente con él y resguardarme de aquel viento que tanto me molestaba.

- Supongo que es cierto - me reí ante su ocurrencia, ya que nunca había creido que el fuera capaz de decir algo así. Incluso abrió sus brazos hacia mí, como una invitación a algo que no estaba dispuesta a rechazar. Estuve a punto de caminar hacia él cuando cerró su capa, haciendo que me quedara a unos pasos de donde estaba, con los ojos brillantes, las mejillas coloradas y muriéndome de frío

- Eh, no quieras guardar todo ese calor para tí solo - sin importarme lo que él pudiera pensar o si no quería tenerme cerca, caminé hacia el y lo abracé, deleitándome con el calor corporal que emitía su cuerpo. Sentimientos que nunca creí experimentar me llenaron por completo, ya que no me sentía extraña abrazándolo incluso podría decir que me agradaba, y sentir su respiración en mi cabello hizo que empezara a temblar un poco, pero no era exactamente por el frío

- Que te parece si tu y yo buscamos un lugar más...tranquilo, solitario y caliente? - sonreí aun abrazada a él, esperando un poco ansiosa su respuesta

Alex se quedó congelado durante un instante, pero no por el viento frío que les golpeaba. Una sonrisa discreta y sincera se dibujó en su rostro cuando le vió abrazarle. Alex se decidió, tomó de nuevo los pliegues de su capa, y le abrazó colocando sus manos en la espalda de ella, quedando ambos dentro de la capa de invierno del uniforme en colores azules y bronce de su casa.

La cabeza de Avi quedaba más arriba de su propio pecho, quedando a la altura del mentón de Alex. Él estuvo a punto de recargar su cabeza sobre la de ella. Pero, ¿es tan sólo por el frío? O era otra cosa la causa de que le proporcionara calidez el estar abrazado de ella. El chico pudo casi imaginar que aun si fuera un día caluroso, le vendría esa calidez de algun lugar, siempre y cuando estuviera abrazado igual de ella.

- Tranquilo, solitario y caliente- repitió sus palabras. ¿A qué se refería Avril con ello? Un deje de inocencia en Alex le impedía pensar otra cosa de ella-. Tranquilo, las torres son muy tranquilas, pero el frío pega de elleno. Solitario, a ecepción de las salas comunes, a esta hora no debe haber mucha gente en el interior del castillo. Caliente... el interior de mi capa- sonrió él ante sus propias palabras. ¿Es que no era cierto?- O, ¿tú donde sugieres?

Cuando sentí que sus brazos me rodeaban una sonrisa de completa felicidad apareció en mi rostro; él siempre tan caballeroso y bien portado, nunca había echo algo así conmigo y al verlo ahora abrazándome tan tierna y cálidamente hacía que mi corazón se disparara a mil por hora, y que lo único que deseara fuera nunca separarme de él

- Pues... en estos momentos el frío no me molesta - me acurruqué en su pecho y suspiré, mientras que mis manos se aferraron un poco más a su torso - realmente tu capa es calientita

Alcé mi rostro, sonriéndole dulcemente, cuando me di cuenta de que estabamos a poco menos de 5 cm uno del otro, mis mejillas volvieron a tornarse de un tono carmesí y mis ojos se quedaron clavados en los suyos, mientras que un inconciente ronroneo salió de mi garganta

- Alex....

Ya podía Alex sentir el calor corporal, aquella sensación física, acompañada de aquella otra percepción clara de calidez, no física, sino que venía de otra parte, no de ambos cuerpos que reaccionaban ante el equilibrio térmico, el de Alex prestando de su propio calor al de Avril. Alex se estremeció un poco más alsentir los pliegues del cuerpo de la chica, acercandose un poco más a él, y aferrandole con las manos recargando la cabez en su pecho.

- Te... te lo dije- contestó él ante lo de la capa, aunque ya fuera algo que se le hacía tan mundano, como su propia presencia allí. La voz de ella le interrumpio todo pensamiento ajeno a él que pudiera haber crecido en su mente.

Estuvo a punto de responderle. Pero, ¿qué le iba a contestar? ¿"Avril"? No, eso sería tonto, y no se le antojaba como para el momento. Como toda respuesta le devolvió la mirada fija sobre ella, sin soltarle, y esforzando un poco más el abrazo sobre ella. No es que lo necesitara para aferrarle más, era de que simplemente no quería soltarle ni dejarle ir. Abrió un poco los ojos, para indicarle que tenía toda su atención. Quería que ella termianara la frase que había comenzado con su nombre.

Su mirada quedó atada a la mía por unos segundos, y los latidos de mi corazón parecieron detenerse por unos momentos... estaba dispuesta a confesarle que lo quería más que un amigo? Tenía miedo de lo que podía hacerme el estar enamorada, pero junto a él me sentía extrañamente segura...tendría que empezar a confiar en alguien y Alex parecía la clase de chico con el cual no sufríria

- Te....te quiero - aparte mi mirada de la suya, mis mejillas se tornaron aún más escarlatas y escondí mi cabeza en su hombro, temiendo que él hubiera confundido mis sentimientos...o algo peor. Que él no me correspondiera.

- Tu me quieres a mi? - mi voz sonó un poco ahogada por el viento y porque mi cara estaba pegada a su pecho, pero deseaba con todo mi corazón que él me escuchara, que respondiera a mi pregunta de una vez para acabar con toda esta angustia y dejarme llevar por ese calor tan dulce que me envolvia en estos momentos.

Alex sonrió timidamente ante lo que ella le dijo. Su sonrisa en realidad era nerviosa. Por un momento creyó que allí estaba la respuesta a todos su sentimientos. Pero, ¿qué tan común le decías a un amigo que lo quieres? Alex creyó que en realidad más común de lo que creía. Pero, en realidad, que connotación llevaba ese "te quiero". Era un te quiero amistoso que se dirían dos amigos en un momento en que uno apoya al otro. O, ¿sería un te quiero de aquellos que se leían en las novelas románticas?

- Yo,... yo también Avi- dijo él, de forma muy tímida. Demasiado para creerselo él mismo. Quería aclarar aquello, pero ¿sería lo suficientemente tonto o distraído para preguntar? "¿Cómo me quieres?", y quizás su frase podría terminar: "de aquí al infinito" para terminar de sonarle lo suficientemente absurdo. Le abrazó un poco más.

- Pero, este... bueno. Yo quiero a todos mis amigos- y después pensó Alex que podría haber huído, si supiera la connotación real de su frase. Alex quería aclararlo, pero no se atrevía a preguntar. Le besó en la frente, pero en sus labios sintió un picor, un cosquilleo. Como si sus labios supieran bien donde debía de haber ido dirigido aquel beso.

- Pero, contigo es... especial- sonrió él, pero repasando tres mil veces en su cabeza su frase. Alex creyó que en ese momento Avril le diría que estaba malinterpretando todo, y que era él tambiénun gran amigo. Ya casi podía verla caminando lejos de él, hacia su sala común, dejandole a Alex un mal sabor de boca. Pero nada de eso había pasado, seguían abrazados, y sus labios aun querían reaccionar por sí solos.