Encubierta~ (Erik Von Diermissen)

Era medio día, el sol iluminaba con un hermoso resplandor las ventanas de el aula vacia en la que habia podido colarme. En ese momento me tocaba Encantamientos, y estaba segura de que el profesor no se iba a molestar porque faltara a una de sus clases...aparte de que iba a poder encontrarme con Erik
Él era mi mejor amigo desde 3° año y yo lo queria muchisimo...pero habia empezado a notar que me ponia celosa cuando las demás chicas se acercaban a él, o cuando le hablaba demasiado bien de alguna compañera... pero yo estaba dispuesta a averiguar que es lo que sentia por él, y más importante...que sentia el por mi.
Los minutos avanzaban, y Erik no llegaba, asi que comencé a impacientarme...aparte el calor era sofocante. Decidí quitarme la pesada túnica ya que debajo unicamente estaba la playera de la escuela y la falda plisada... el color no era de mi agrado pero no podia hacer nada
- Erik en donde estas?-

Erik había estado toda la mañana fuera de la sala común, haciendo un par de cosas y comprando otras cuantas que necesitaría para una de las clases, al llegar a su dormitorio, encontró una nota de Avril, una chica Hufflepuff que era practicamente su mejor amiga, él arqueó la ceja enseguida, no había podido preguntarle si quería acompañarlo a hacer todas esas diligencias, pero ahora parecía que ella quería hablar con él, expresamente le pidió que se encontraran en el aula vacía del sexto piso, y allá fue, sin más.

Se cambió, para ponerse una camiseta fresca con el logo de Ravenclaw, aun seguia con sus pantalones negros y zapatillas deportivas, avanzó rápidamente, la curiosidad lo mataba y necesitaba saber qué quería ella.

Al verla, Erik no pudo hacer más que sonreir de manera leve, parecía como si llevara mucho tiempo esperando, abrió la puerta sutilmente y su sonrisa se incrementó, ya que siempre era un gusto verla.

Recibí tu nota...¿Qué pasa...?

Preguntó él, sentandose en la mesa del escritorio de los profesores y mirandola fijamente.

Un ruido me distrajo de mi paseo por el aula y dirigí mi mirada hacia la puerta. Ahi estaba Erik, con una camiseta y pantalones negros que le quedaban muy bien, y una sonrisa leve en el rostro que hizo que mi corazón se acelerara.

Recibí tu nota...¿Qué pasa...?

Me quedé callada mientras observaba como caminaba con ese paso tan elegante que siempre lo había caracterizado, y cuando se sentó en la mesa de el profesor no pude evitar sonreír abiertamente, y tuve que reprimir todo mi esfuerzo para no lanzarme a sus brazos en ese instante. Tenía que recordar que sólamente eramos amigos...los mejores amigos de echo

- Nada en especial...solo queria verte... - ver como me miraba fijamente pudo con todo el autocontrol que me quedaba, y corri hacia el prácticamente aventándome a sus brazos

- Solamente queria verte....

Erik enseguida sintió aquel abrazo y aunque le pareció algo precipitado, lo respondió con la misma fuerza...¿sentía la misma necesidad de verla? Era algo que no podía responder con certeza, estaba cómodo a su lado, pero de ahí a decir que necesitaba estar con ella era algo excesivo en esos momentos, separó suavemente a Avril pero quiso mantener ese contacto y la tomó de las manos, mirandola con una sonrisa.

Estuve bastante ocupado...te iba a invitar a venir conmigo pero no te pude encontrar por ningún lado y pensé que estabas ocupada...¿Por qué aquí?

Preguntó extrañado, la pegó a él y notó de reojo como el roce de su propia rodilla con la pierna de ella hizo que su falda se levantara un poco, arqueó la ceja, nunca había "notado" eso de esa manera, por lo que su mirada se quedó un poco fija y perdida en ese detalle, no sabía si ella podía observarlo, pero poco le importó.

Finalmente logró "despertar" de ese pequeño letargo y sonreirle, esperando conseguir la normalidad en la conversación nuevamente.

¿Estás segura que no tienes nada que decirme...?

Al sentir como me abrazaba mi sonrisa aumentó, pero eso no duró mucho, ya que casi inmediatamente Erik me apartó de él pero conservó mis manos consigo

- Realmente no estaba tan ocupada...solo huia un poco del aburrimiento matutino

Erik me pegó un poco más a él, y mis mejillas se tornaron ligeramente rojas, mientras que sentía como mi falda se levantaba un poco...sólamente un poco. Estaba a punto de preguntarle algo cuando noté como sus ojos se quedaron fijos en el pedazo de piel que se había expuesto con su movimiento.

Mis mejillas aumentaron de color mientras que una sonrísa picara aparecia en mis labios. Nunca había echo algo como eso, y notar que me prestaba un poco más de atención hizo que mi mente comenzara a elaborar planes en los que era mejor no pensar. Estaba tan abstraida que apenas y pude poner atención a su pregunta, ya que sus ojos habían vuelto a posarse sobre los míos.

- Pues...tal vez si había algo...

Me pegué un poco más a él, haciendo no muy inintencionalmente que mi falda se elevara otro poco más, mientras que le dirigia mi mejor sonrisa

¿El aburrimiento? si...es algo de lo que yo también traté de huir enseguida...el colegio se pone bastante tedioso por las mañanas...no tenía idea de que iba a ser así...

Dijo él con una sonrisa, ahora entrelazaba suavemente las manos de ambos, como si no quería que se soltara, continuaba mirandola, la conversación iba en el tono que esperaba, bastante tranquilo y sin sobresaltos, ella al parecer no había notado el incidente de la falda ya que, si así hubiera sido, él estaba convencido de que algo saldria.

La sintió un poco más cerca, el distanciamento entre ambos ya de por si era bastante limitado, pero ahora podía sentir un poco más cerca todo su cuerpo, incluso ese pequeño trozo de piel que estaba destapado. Erik lo sintió un poco más grande, como si la falda subiera más de como estaba anteriormente.

Avril...tu falda...se está...

Susurró, bajando nuevamente la mirada hasta su pierna, podía verse un poco más de su muslo, comenzaba a sentir que era algo intencionado, pero jamás había pensado en Avril de esa manera.

Volvía la mirada perdida, solo interrumpida cuando ella le dijo que si tenía que decirle algo, Erik arqueó la ceja y arrebatado por su sonrisa, solo tragó saliva levemente.

¿Si...? ¿Qué pasa...?

Sus manos eran suaves en torno de las mías, y por un momento me permiti pensar en que el sentía algo más por mi, algo más profundo del cariño que nos teníamos desde 3° año ya que eramos los mejores amigos.

Su mirada volvió a dirigirse a el trozo de piel que había sido expuesto por mi culpa y los pensamientos mas incoherentes volvieron a apoderarse de mi mente. Pero no podía obligarlo a nada ni hacer locuras ni cosas por el estilo ya que el tenia muy buena opinión de mí y no queria arruinar eso con mis alborotadas hormonas.

- Pues...tu....acaso.... únicamente me quieres como amiga, cierto?

Mi sonrisa se empequeñeció un poco, y mis ojos se dirigieron a los suyos con urgencia mientras esperaba su respuesta. Mis manos aferraron las suyas y no pude evitar pegarme solo un poco más a él, mientras que su fragancia hacia estragos en mi sistema nervioso

Su pregunta tomó a Erik fuera de lugar, él sabía exáctamente el transfondo de aquella interrogante, sin embargo, no sabía cómo responderla, siempre había visto a Avril como su amiga incondicional, como aquella que le diría por qué una chica se comportaba de aquella manera, que era completamente extraña y desconocida para él.

Pero esa pierna, ese simple pero provocativo trozo de anatomía que le contrastaba magnificamente con el color negro de su falda, era lo que lo hacía dudar, ya que quería, dentro de sí, algo más que media pierna tapada con una falda, quería mucho más que un escote, quería descubrirla por completo. La atracción que sentía por su amiga era tan repentina como impulsiva, por eso él negó con cabeza de manera suave, no sabía qué decir a eso.

Hace tiempo te hubiera podido decir que sí sin pestañar ni dudarlo...pero de hace un mes más o menos para acá...no lo sé...siento que quiero...

Mientras hablaba, logró soltar una mano, la cual instintivamente bajó hasta su muslo, deseaba urgentemente subir esa falda hasta limites prohibidos.

No siento lo que un amigo siente por una amiga...pero tú no te apartarías de mi...te sentarías en un pupitre y cruzarias las piernas solo para incitarme y que viera un poco más...así que no me hagas caso...

Erik por primera vez mostró un gesto de debilidad ante mí, y eso me volvia un poco descenfrenada. Al sentir su mano sobre mi muslo mis mejillas adquirieron un tono carmesí intenso, pero eso no importaba ya que él me estaba diciendo que había una ligera posibilidad de que el me quisiera al menos un poco más que a cualquier amiga.

- Me conoces mejor que nadie Erik - una sonrisa provocativa apareció en mi rostro, y con toda intención me aparté de él, sentándome ensima del escritorio de forma que mi falda llegara a un límite en el cual estaba segura que la directora me diria unas cuantas cosas no gratas

- Yo tambien siento algo por tí muy diferente a lo de antes... - mis manos inocentemente rozaron la parte baja de mi playera, moviéndola ligeramente y haciendo que un trozo de la piel de mi estómago quedara al descubierto - y no se si eso sea bueno o malo - le lancé un guiño y movi mi cabello hacia delante, mientras que unos dedos traviesos desabrochaban el primer botón de mi playera

Erik se sorprendió levemente, ella esperaba escuchar algo así, era algo más que obvio, pero jamás esperaba ese comentario, la conocía mejor que nadie, sí...por eso nunca pensó que iba a hacer algo como eso, ya que se sentó casi a milimetros de él dejando que este viera todo su muslo, ese que lo hacía enloquecer.

Tragó saliva de forma casi inmediata y se apartó, no sabia si incredulo o si simplemente quería tener una mejor visión de aquel cuerpo que se posaba frente a él, lo que si sabía era que su mejor amiga le estaba revelando todas las intenciones, sentía algo más, sentía una enorme atracción que la hacía sacar un lado que Erik desconocía...¿o siempre había sido así? la cosa es que había hecho una confesión que no tenía desperdicio, y el Ravenclaw estaba de piedra, simplemente mordiendose el labio, rendido ante la que es su mejor amiga.

¿Qué debía hacer en un momento como ese? no lo sabía, generalmente él solo atraía a extrañas, Avril había dejado de ser una niña para convertirse en una mujer frente a sus ojos, y ese guiño arrebatador se lo confirmó, la deseaba, pero algo internamente le decía que eso no debía pasar.

Avril...yo...¿Qué significa esto...?

Susurró, con desconcierto, se comenzó a acercar a ella a medida que observaba más y más de su cuerpo, sentía como sus pies se movían solos, él seguía con el labio mordido contemplando a Avril y negando suavemente con la cabeza, hasta hacer la distancia entre ambos, nula.

¿En qué estás pensando...? no quiero herirte...

Susurró y le acarició el rostro, como si le diera a entender que no podía pasar, pero luego el ligero escote que formaba su camisa hizo que se olvidara de todo aquello y bajara intensamente su mano por toda la anatomía de Avril, hasta ponerla en su muslo, para luego rematar con un beso salvaje.

Pero tú puedes herirme si lo deseas...

Al sentir los labios de Erik sobre los mios y sus manos sobre mi cuerpo, no pude evitar sonreír y aferrarme a su cabello, tan suave y liso bajo mis dedos. Mi mano libre comenzó a recorrer su anatomía, mientras que mi boca se apartaba de la suya y le sonreí malevolamente

- Esta no es una respuesta que esperaba oir - con un suspiro impaciente mordí su labio inferior y me aparté otra vez de él, mientras que sonreía con malicia

- Y sabes que nunca te heriría - mis manos dejaron de recorrer su pecho para ir a parar a mi playera, quitandome de ensima otro botón y soltando mi cabello para que cayera por todo mi rostro, mientras que mis ojos le dirigian una mirada insistente y ligeramente provocativa - pero... tu si serias capaz de herirme - comencé a juguetear con los botones de su camisa, mientras que bajaba mi mirada haciendo una perfecta imitación de tristeza - serías capaz de dejar de ver a otras por mi?

Mis manos recorrieron su cuello y sus mejillas, mientras que mis labios estaban ocupados recorriendo las inmediaciones de sus oidos, dándole inocentes besos por aqui y por ahi - serías capaz de hacer lo que fuera por mi? - mis manos estaban más activas de lo que yo recordaba, y levantaron un poco más los pliegues de mi falda, haciendo que solo un pedazo de tela cubriera lo que faltaba de mis piernas

Erik comenzó a respirar agitado, cerrando los ojos, sabía que había mandado al diablo una amistad de tres años, que incluso iba más allá de ellos dos ya que sus familias eran bastante unidas también, ella no esperaba escuchar esa respuesta, y él no esperaba decirla, no se imaginó que estaba tan hambriento de Avril como para incitarla a hacerlo sufrir.

Una y otra vez ella se apartaba de él y lo provocaba nuevamente, Erik se sentía perdido, ya que no tenía ni idea de que Avril fuera tan habil en la seducción, se mordió el labio dejando que ella tocara lo que quisiera y cómo lo quisiera, suspiró escuchandola...obviamente ella no lo heriria, Erik lo sabía, y también sabía una calentura podía hacer que dijera cosas realmente estúpidas y sin sentido.

Sin embargo, lo que ella dijo después lo desconcertó, y no solo porque lo estaba diciendo cerca de una zona realmente peligrosa, como el oído, donde Erik era más vulnerable y capaz de aceptar cualquier cosa, sino la petición en si.

Erik la tomó de las muñecas y la pegó a la puerta, mordiendose el labio mientras negaba con la cabeza.

¿Dejar de ver a otras...? ¿O a alguien en especial...?